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La piel también es rebelde en la adolescencia

La presencia de acné es una de las situaciones más comunes que se sufren en la juventud. Consejos para controlarlo.

Las transformaciones son bastantes comunes en los seres humanos, durante la juventud. Cambia la voz, cambia el cuerpo, cambia el temperamento. Y, así mismo, cambia el aspecto de la piel.

¿Por qué? “La piel cambia con la llegada de la pubertad por los cambios hormonales propios de esta etapa de la vida; tiene un efecto directo en la actividad de las glándulas sebáceas que empiezan a tornarse muy activas; por esta razón, cambia la piel tersa de los niños a una piel más grasa y con poros abiertos”, explica Mónica Rocío Paredes Barahona, médica dermatóloga de la Clínica Dermosalud.

En las niñas, los cambios suceden más temprano. Generalmente, entre los 9 y 11 años; mientras que en los niños, entre los 10 y 14 años, añade Claudia Patricia González Montoya, médica certificada en procedimientos con tecnología láser, coordinadora médica de la Clínica Láser de Piel. Aunque esto puede variar de persona en persona.

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Estos cambios se pueden identificar con varios síntomas. Los más notorios y frecuentes son: aumento de la producción grasa en la piel y el cabello, aparición de puntos blancos y negros, brillo en la zona T, aumento en la producción de las glándulas sudoríparas y estrías por ruptura de las fibras elásticas de la dermis.

¿Cómo prevenir daños?

Las expertas recomiendan:

– Evitar la manipulación de las lesiones; es decir, molestar las espinillas y los barros. Esto para prevenir la aparición de cicatrices o la exacerbación de la inflamación.

– Es importante la limpieza diaria con productos especializados en el manejo de la piel grasa y con tendencia al acné; esta limpieza debe realizarse una o dos veces al día. Hacerlo  con más frecuencia puede exacerbar la grasa de la piel. 

– Lavar el rostro dos veces al día; hidratar no solo el cuerpo, sino también la piel con un hidratante.

– Las pieles normales y secas pueden utilizar una leche limpiadora, acompañada de un tónico facial, que brinde hidratación y frescura; las pieles grasas deben utilizar productos libres de grasa o geles y un astringente.

– Los productos a usar en esta etapa deben ser en vehículos ligeros como geles o lociones,  sustancias oil free o no comedogénicas, para evitar que los poros se obstruyan más, favoreciendo el acné. Es decir, deben evitarse las cremas y el uso de sustancias gruesas o grasas. Los productos comerciales para acné, en principio, podrían utilizarse para el control de síntomas leves.

– Se recomienda limpiar la piel con movimientos circulares ascendentes, masajeando suavemente, y luego hidratar; esto es fundamental para mantenerla fresca y saludable.

– Las mascarillas podrían funcionar en pacientes con piel grasa, ya que algunas sustancias como la avena tienen propiedades anti-inflamatorias y secantes.

– Mantener una nutrición adecuada, hábitos en el cuidado diario de la piel y el ejercicio, pues disminuyen los síntomas molestos, que para muchos adolescentes se convierten en un problema.

– No fumar, no trasnochar y tener una sana alimentación, baja en grasa en azúcares y carbohidratos.

Consulte a tiempo…

Si los cambios en piel, además de la grasa  y los poros abiertos, implican la presencia de espinillas  y puntos blancos o lesiones inflamatorias que pueden ir desde barros (pápulas y pústulas) hasta barros bobos o ciegos (nodulo- quistes), lo mejor que se puede hacer es consultar al médico dermatólogo.

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Es vital “consultar al dermatólogo cuando el acné esté dejando manchas o cicatrices; es siempre mejor una intervención médica temprana, ya que las cicatrices no se quitan. Si mejoran, pero no hay tratamiento que las borre; de ahí la importancia de una consulta a tiempo”, señala la doctora Paredes.

Y agrega la experta: el acné pasa a ser anormal o patológico cuando la inflamación es persistente y severa, cuando vemos que incluso, sin molestar los barritos, van quedando huellas en la piel como manchas o cicatrices. También, cuando compromete áreas fuera de la cara, como el pecho y la espalda, y cuando afecta psicológicamente al paciente, así físicamente el acné no se vea tan severo.