Guía práctica sobre cómo puede alimentar a su hijo, con texturas, grupos de alimentos y sabores adecuados, según la etapa de desarrollo del niño.
Asesoría: Susana Zarama de la Espriella, M.D., M.Sc, Pediatra
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños deben alimentarse con leche materna, de manera exclusiva, hasta los 6 meses de edad y, de manera complementaria, hasta los dos años de vida.
Es decir, luego del primer semestre de vida, los niños ya deben comenzar a probar otros alimentos. Pero, ¿sabe usted cómo comenzar a brindarle esta alimentación complementaria?
Primero, dice la doctora Susana Zarama de la Espriella, existe un rango de edad para iniciar la alimentación complementaria y está entre los 4 y los 7 meses de edad. En la mayoría de los casos, se inicia a los 6 meses pero ocasionalmente debe hacerse antes de los 4 por situaciones particulares: estreñimiento severo, reflujo severo, etc. Es importante preguntarle al pediatra, pues el periodo se determina según el estado nutricional y de desarrollo del niño.
Ahora, para la introducción de estos alimentos, dice la especialista que es importante tener en cuenta:
Las texturas: la alimentación complementaria se inicia con alimentos líquidos claros y luego se van dando líquidos más espesos: posteriormente, se brindan papillas y, finalmente, sólidos en trozos muy pequeños, cuando el niño ya puede masticar (lo hace inicialmente con las encías, aunque no tenga dientes aún).
Los sabores: se dan inicialmente los alimentos de sabores más suaves y los que producen menos alergias. Cada alimento nuevo se da por 2 o 3 días seguidos (con un bocado de cada alimento, ya se considera que fue introducido).
Grupos de alimentos:
- Los alimentos se deben introducir, uno por uno; ese alimento nuevo se repite al día siguiente, antes de introducir otro nuevo alimento.
- 5-6 meses: se pueden brindar verduras como zanahoria, espinacas y acelgas, licuadas y, posteriormente, en purés.
- Desde este periodo hasta los 7 meses también se brindan frutas suaves como granadilla, manzana y pera, primero muy líquidas y, luego, en compotas.
- También puede brindar papillas de cereales como arroz y, luego, avena, maíz, trigo, etc.
A las verduras, puede agregarles pollo y mezclarlas en la sopa.
- La textura debe ir cambiando; cada vez más sólida y se puede comenzar a brindar carne molida, por ejemplo.
- Se introducen los tubérculos como papa y yuca, y frutas no ácidas, como mango, banano y melón.
- 8 meses: ya podrá comer leguminosas como lenteja, fríjol, garbanzo y arveja.
- 11 meses: ya se puede brindar huevo (primero la yema y luego la clara). Y en este mes hasta al año, puede probar pescado y frutos ácidos (naranja, piña y fresa).
- Alrededor del año de edad, el niño estará recibiendo casi todos los alimentos, en la cantidad y consistencia apropiadas para su edad.
Otras recomendaciones
- Los niños no deben consumir leche de vaca, durante el primer año de vida porque, según la doctora Susana Zarama “es uno de los alimentos más alergizantes y la proporción de nutrientes como proteínas, grasas y carbohidratos no es la adecuada para el bebé humano”. Tampoco, miel de abejas ni mariscos.
- Evitar alimentos pequeños, como los frutos secos, durante los primeros tres años de vida. Estos pueden causar ahogamientos.
- No usar sal ni dulce, y mucho menos condimentos, en las preparaciones.
- Si hay antecedentes familiares de alergia, evitar dar el alimento que causa la alergia hasta el segundo año de vida. Si el bebé presenta molestias, acudir al pediatra.
- Continuar la lactancia materna a libre demanda; de acuerdo con la especialista, hasta el año de vida.
- No brindarle al bebé la comida de los adultos; puede estar condimentada y procesada, y ellos deben aprender a reconocer los alimentos, de manera natural.
- No sobrealimentarlos con sopas; las comidas sólidas aportan grandes nutrientes y son necesarias.